El crisol es colocado en un horno a temperaturas muy elevadas, que hacen que se evaporen las impurezas y se mezclen bien todos los componentes. Cuando la mezcla se derrite y se vuelve líquida, entonces se forma el vidrio.
Cuando ya se tiene, se le da la forma que se necesita, por ejemplo, para hacer botellas los obreros toman un tubo de metal hueco y meten uno de sus extremos en la mezcla de vidrio fundido y sacan una pequeña bolita, la dejan enfriar unos segundos y empiezan a soplar con fuerza por el otro extremo, formando una esfera, como cuando haces burbujas de jabón, solo que esta vez utilizan un molde y siguen soplando hasta que toma la forma deseada.
martes, 27 de abril de 2010
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